Que mediante la unión de un colectivo de personas se pueden obtener resultados soprendentes a los que de modo individual no llegarían nunca ellos por separado, es un hecho. Y es que el trabajo en equipo en cualquier organización es algo fundamental como hace referencia Jordi López Daltell en su último libro ‘Hacer Piña’ (Editorial Urano) donde a través de una historia de descubrimiento y superación personal y colectiva que nos muestra el camino para que “gente corriente” consiga “resultados extraordinarios”.
Pero pese a tener que darle toda la razón, siempre me he preguntado una cosa, y es la de que, sin dejar de ser muy cierto lo anterior, para sacar lo máximo de un equipo ¿se deberá de contar con un buen líder?
Y si vamos a un ejemplo comprenderéis la pregunta.
Steve Jobs, o sea el CEO de Apple, es una figura que se podía considerar como líder en su organización, en la que cuenta con un excelente equipo del que obtiene muchos éxitos. La pregunta sería ¿y si faltase Steve Jobs (cosa que por desgracia puede que pase pronto? ¿El mismo equipo obtendría los mismos resultados?
Y aunque parece una pregunta ‘chorra’, el efecto que hace unas semanas supuso el que Steve Jobs pidiese una baja por enfermedad se traspasó a la bolsa donde los títulos de Apple bajaron ese día un 5%.
¿Qué valoró el mercado, la falta de liderazgo o la ruptura del equipo?
Muchas veces el ‘gurú’ de Apple ha dicho que el éxito de su organización ha sido fruto del trabajo en equipo, entonces ¿por qué el mercado castigó a Apple por la ausencia temporal del líder si el resto del equipo seguía en su puesto y trabajando igual?
Siempre que me he planteado esta pregunta, he llegado a las misma conclusión: un buen equipo, y por lo tanto, donde existe un buen trabajo en equipo, necesita de un buen líder que lo dirija, estimule y motive, teniendo unos resultados extraordinarios. Si ese líder no es tal, o lo sustituye otro sin las mismas características, todo el equipo se resentirá, a pesar de que el líder sea una persona y el equipo 15.000 miembros.
Y es que a mi modo de ver, el trabajo en equipo es algo ‘necesario’ pero no ‘suficiente’ para el éxito de una organización. Sin un buen trabajo en equipo da igual que líder haya que las cosas no funcionarán. Pero también no es menos cierto que con un buen equipo, si su dirección falla, se convertirá en un mal equipo en poco tiempo.
Un equipo, por definición, lo consituyen un grupo de personas, cada una con sus diferentes roles y, entre ellos, alguien tiene que asumir la misión del liderazgo, con lo cual el ser líder forma parte del equipo. Un mal líder impide el que trabajo e equipo sea adecuado o, cuando menos, exitoso como si tuviese un excelente líder. Con lo que se puede decir que el tener un buen trabajo en equipo entre los miembros no líderes es necesario para el éxito de la organización pero no llega sino hay una dirección o liderazgo adecuado.
Y ojo, que un buen equipo no tiene porque tener un líder formal, ya que muchas veces el peso de un líder informa es suficiente, pero lo que si considero necesario es la existencia de aluna forma de liderazgo para conseguir eñ éxito de un equipo.
En España hemos tenido buenos equipos en diferentes áreas y organizaciones, pero en la mayor parte de las veces carecemos de un buen liderazgo. Tenemos buenos jefes y directivos, de los que se suben al carro del éxito y se apean en seguida del carro del fracaso, con lo cual lo del ‘trabajo en equipo’ y sobre todo, lo de conseguir un fin común, queda en segundo plano, primando más el éxito personal, por eso abundan los ‘jefecillos’ famosos y equipos ignorados y poco motivados. Conclusión: se podrían obtener mejores resultados, diría yo que extraordinarios, pero es necesario para el trabajo en equipo el tener un buen líder.
P.D. Recordar que la Editoria Urano ha tenido a bien el sortear un conjunto de libros entre los comentarios de esta entrada. ¡Que haya suerte!
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